“La educación musical gana un nuevo espacio en Projazz” tituló hoy El Mercurio. Y es que con casi 40 años de tradición vinculados a la formación de profesionales de las artes musicales del país esta semana se reiniciaron las clases presenciales en el nuevo recinto de 4 pisos y 1000 metros cuadrados ubicado en Purísima 178.
George Abufhele, rector de Projazz señala “con este importante hito para el desarrollo de Projazz, lo que hacemos es entregar a la cultura y la educación musical del país un edificio para el jazz, la música contemporánea y la música popular”.
La inauguración de la nueva sede central de Projazz contó también con la presencia del presidente del Directorio, Gonzalo Cuevas Duhalde; autoridades institucionales académicas, representantes de estudiantes y docentes del lugar y los miembros fundadores, Ana María Meza (cantante y coach vocal) y Patricio Ramírez (saxofonista).
El terreno donde se emplazan las nuevas instalaciones, es de propiedad de Projazz desde el año 2012, y anteriormente albergó diversas actividades académicas y de extensión del instituto. Su estreno con clases se producirá durante agosto de este año, momento en que se retomen la presencialidad con todos los protocolos sanitarios establecidos por la autoridad.
Actualmente, Instituto Profesional Projazz, imparte las carreras de Composición Musical mención en Música para Cine y Medios Audiovisuales; Intérprete en Jazz y Música Popular Canto; Intérprete en Jazz y Música Popular Instrumento; Composición Musical mención en Instrumento o Canto: Producción Musical; y un Programa Especial de Titulación para Músicos (PET).
A continuación les dejamos la nota completa de Iñigo Díaz en El Mercurio:
La educación musical gana un nuevo espacio en Projazz
“En un edificio de 1.000 m2 en el barrio Bellavista, se reiniciaron esta semana clases presenciales. Es el resultado de 40 años de enseñanza de música popular.”
Era una pareja de jóvenes músicos, todavía inexpertos en la docencia, cuando comenzaron a impartir esas primeras clases de guitarra y de canto. En 1982, George Abufhele recibió a algunos alumnos en Bellavista 185, una salita que luego creció en otra sede cercana a tres espacios en un subterráneo. Projazz comenzaba a funcionar de una manera más intu itiva que nada como lugar donde se podía aprender jazz y música popular.
“George tenía unos 25 alumnos y yo una nada más. Gisa Vatcky, que hoy es académica en el Musicia ns lnstitute de Los Angeles, apareció un día preguntando si había clases de canto. Así comencé a enseñar”, recuerda Ana María Meza, reconocida maestra de voces.
Cuatro décadas después, Projazz sigue siendo un referente de la educación musical “no docta”, aunque en dimensiones mucho mayores que esos comienzos. Esta semana comenzaron a asistir algunos de los cerca de sus 450 alumnos en una reapertura de las clases presencia les. También es el estreno de un nuevo espacio, recién inaugurado, en calle Purísima, donde se levantó un moderno edificio, su sede principal. “Los músicos están entre los más golpeados por la crisis sanitaria, así que volver a estar reunidos después de dos años ha sido muy positivo para ellos. Y sobre todo en este nuevo edificio, pa ra los que se han replanteado los aforos y los protocolos”, dice el rector Abufhele.
Se trata de un espacio de 1.000 m2 distribuidos en cuatro pisos. Se exhibe allí una infraestructura altamente tecnológica, sobre todo en la propuesta acústica, diseñada por el ingeniero Gonzalo Sepúlveda. Consta de salas de práctica instrumental y vocal altamente aisladas, además de salas teóricas, un auditorio para 120 personas y un gran espacio multiuso, junto con una biblioteca temática y una discoteca formada con la colección de miles de discos dejazz que legó el crítico y divulgador Roberto Barahona.
Mirada Académica
“La idea del músico integral, que componía, tocaba e improvisaba, se fue perdiendo con el tiempo. La música se transformó más que nada en especialidades instrumentales.
Cuando comenzamos con Projazz en el 85, con el gran profesor Patricio Ramírez (saxofonista dejazz iniciado en los años 50), buscamos tomar esa antigua tradición”, define Abufhele. “Tenemos un largo vínculo con Berklee, en Estados Unidos, que reconoce nuestro trabajo”, agrega.
Y como director de Sello Formativo, el guitarrista de jazz Federico Dannemann coordina en Projazz la actualización de las mallas curriculares. “Estará enfocada en los estudiantes y sus talentos particulares. Si bien Projazz es una escuela de música popular, el jazz es parte fundamental de nuestro sello formativo y nos inspira para centrar la creatividad como el motor principal. Esto es generar cruces entre la tradición escrita, la improvisación y las tecnologías actuales”, concluye.
